CUMPLEAÑOS EN EL TREN
A las siete de la mañana del sábado 5 de octubre del 2013, el tren que recorre el trayecto entre Lima y Huancayo, partía de la estación Desamparados, en el centro histórico de Lima. Pasamos mas de 12 horas viajando por la región central andina. Durante 330 km. aproximadamente cruzamos 69 túneles, 58 puentes y la formación realizo 6 zig-zag lo que hace que este trayecto sea uno de los mas notables de latinoamerica, por sus dificultades técnicas y porque llega a la máxima altura de 4781 msnm en el Tunel de Galera, segundo punto ferroviario mas alto del mundo, superado por el Ferrocarril Qinghai–Tíbet
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Uno de los puntos atractivos del viaje: el giro manual de la locomotora, impulsado por dos o tres hombres. La maquina es conducida hacia la "Tornamesa" y ahí girada para comenzar el duro ascenso.
Gracias al video de TrenesPeru, he aquí el momento en que la formación llega a la estación San Bartolome (1513 msnm):
El maravillosos paisaje cordillerano nos invita un rato a compartir la pequeña población de Matucana cuyos habitantes nos dieron una cálida y festiva bienvenida:
La altura me jugo una mala pasada y desganado y con mucho dolor de cabeza estuve durante bastantes tramos del trayecto abandonado en mi butaca. No obstante en el vagón-bar, ultimo de la formación, estaba el lugar ideal para tomar fotos y allí estuve durante largo rato compartiendo con gentes de distintos lugares e idiomas.
La noche de Huancayo fue muy especial.
El hotel en pleno centro, frente a la Plaza de la Constitución, donde se levanta la Basílica Catedral de Huancayo.
Inmediatamente después de ocupar la habitación y dejar el poco equipaje que llevamos (solo por unas horas) salimos a cenar.
El lugar elegido parecía agradable, pero ya sentados nos dimos cuenta que había muchas familias con chicos y el menú no pasaría de minutas, pero la carta nos mostró una amplia variedad. Queríamos tomar un buen vino para festejar mi cumpleaños, pero ni la carta ni el mozo (creo que lo estrenábamos) ofrecían seguridad.
Por las dudas que sea un rosado y agua con gas. Bien.
Nos costo mucho llegar a un acuerdo con el pedido. A pesar de ser simple (para nosotros) el mozo parecía no comprender suficiente. Pollo grillado con ensalada de lechuga y tomate incluida y un puré de papas para Osvaldo fue lo que al final pudimos acordar de la amplia carta ofrecida pero que en realidad era muy poco lo que estaba disponible. Indudablemente el lugar se había transformado en local de comidas rápidas.
Apareció el mozo con el vino ya descorchado y con dos pequeñas copitas que hicimos cambiar por los vasos que ya estaban en la mesa.
Llego parte de la comida: en unos pequeños boul la ensalada ya condimenta con mucho vinagre lo que hizo que Osvaldo pidiera otra ensalada aparte y sin condimentar. La trajo, pero sin el aceite y el aceto, sorprendido el mozo por el pedido tuvo que recurrir a la encargada (que estaba en una mesa cercana) para entender lo que queríamos. Los otros mozos se dieron cuenta de la situación y se burlaban del pobre pibe.
Trajo lo pedido.
Al rato el pollito. Le recordamos que nos debía el puré.
Apareció el puré: Que linda sorpresa!!
Un plato muy bien decorado!!, un puré aparentemente cremoso, pero muy ambicioso, digamos, para un paladar muy exquisito(¿?) a pesar de la simpleza del contenido, a detallar:
Puré de papas ocupando lo profundo del plato,
como adorno central una cereza al marrasquino y
el detalle especial,
circundando el contenido,
sobre el borde
y en perfecta alineación,
gajitos de duraznos... los de lata, con gotas de su almíbar!!
Nos miramos anonadados por tal exótico plato y yo no aguante la risa que el mozo no comprendió. Osvaldo, casi al borde de la ira pregunto con falsa calma: Esto es un puré?.
Lo despedí al mozo con un gracias para no llegar a mayores.
El pobre pibe debe estar aun preguntándose, que hice mal?...
Temprano en la mañana el locutor comenzó con los actos del festejo. No se que festejaban, pero habíamos dormido muy poco y esto nos puso de mal humor. Parece que los taxistas huancaínos tienen la costumbre de avisarles a los transeúntes, que ellos se están acercando, con cortitos golpecitos de bocina. Ya lo habíamos advertido durante una corta caminata antes y después de cenar, aunque no comprendiamos el porque de esa insistencia; si bien era molesto lo fue peor aún en el silencio de la noche. Silencio!, es una forma de decir, porque siendo mas de las tres de la mañana no podía conciliar el sueño debido a la necesidad o a la buena voluntad, no se como decirlo, de los taxistas para atraer pasajeros. El supuesto silencio nocturno amplificaba ese insoportable sonido que entraba por la ventana (abierta o cerrada) de este hotel céntrico.
De mal humor bajamos. De mal humor desayunamos. De mal humor abandonamos el hotel.
Ya en la calle el clima era otro. Estaba templado y el festejo comenzaba a contagiar. Inmediatamente nos amigamos con la ciudad gracias a la calidez y la simpleza de su gente. La plaza se poblaba de alumnos de escuelas y jóvenes con trajes típicos muy coloridos y estrafalarios bailaban al ritmo de las bandas típicas.
Como todos los domingos Ferias Populares:
El boleto turístico del tren del Ferrocarril Central Andino comprende ida y vuelta. El regreso era para el martes 8 a las 7 de la mañana, pero habíamos decidido con anterioridad volver al día siguiente, o sea hoy domingo 6 de octubre en bus. Partimos a las 15,30 de una de las terminales de ómnibus de la ciudad. En el trayecto, estuvimos varados durante unas horas por una intensa nevada en el tramo mas alto de la ruta, que provoco un accidente con un camión que interrumpió el transito. Llegamos muy tarde a Lima. Al día siguiente partíamos rumbo norte, hacia la Cordillera Blanca.
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